¿Cuándo se paró el reloj?
– Veo que no has cambiado nada. Sigues siendo una copia exacta de tu caricatura.
– Es gracioso que después de tantos años mires todo desde el mismo sitio. Sigues siendo patético.
(Ella pensó que se enamoraba de un tipo interesante, culto y educado. Él estuvo convencido de tener enfrente a la única mujer que le podría ayudar a triunfar. Renunciaron a ser ellos mismos para cuidar del otro. Y cuando se encontraron perdidos no supieron volver)
julio 2nd, 2010 at 8:04 PM
Si es que hay que llevar las miguitas de pan en el bolsillo, como pulgarcito así uno siempre encuentra el camino de vuelta.