¿Dónde estás?
– ¿Qué estás haciendo? Llevas todo el día clavando palitos en el suelo.
– Intento levantar una barrera. Ya queda poco.
– Pues me temo que esa barrera la puede traspasar cualquiera. No levanta un palmo del suelo y entre tabla y tabla has dejado medio metro de distancia.
– Claro. Así también puedo salir yo cuando quiera.
– Nunca te entenderé, querido.
– Porque nunca has sabido si estabas dentro o fuera. Tal vez deberías prestar algo más de atención.
febrero 22nd, 2011 at 10:38 PM
Cuando es necesario hacer visible lo inevitable, mala señal. La distancia es ya insalvable.