Conversación de besugos, amor verdadero
Llegan caminando hasta el portal. Ella sujeta su carpeta con los dos brazos. Contra el pecho. Él camina con las manos en los bolsillos. Se miran cada poco y por poco tiempo. Si cruzan las miradas el poco es apenas nada.
– Entonces ¿nos vemos mañana? Si quieres, claro.
El muchacho lo dice con cierta solemnidad. Como si tuviera cierto temor. Se coloca el flequillo con la mano que deja quieta sobre el cuello cuando acaba el gesto.
– Sí, sí. No tengo nada que hacer. Esta bien. Sí.
Ella ha juntado los pies y arquea ligeramente la espalda y tensa las piernas mientras eleva los talones dos o tres veces.
– Pues te llamo y ya quedamos. Mañana. Después de comer, más o menos.
Él habla girándose aunque detiene el movimiento para terminar la frase. Las manos siguen en los bolsillos.
– Me lo he pasado muy bien. Sí, mañana.
Ella sonríe mirando al suelo.
– Adios. Igual te llamo luego si tengo alguna duda con esto de la geometría.
Él lo dice haciendo un gesto con la mano que quiere imitar la escena que avisa.
– Ah, muy bien. Llama si quieres. Estaré despierta seguro.
Ella empuja con el hombro la puerta. Entra. Él comienza a caminar. Ella se queda de frente a la salida. Él sonrie. Y ella.
septiembre 21st, 2010 at 4:18 PM
Esas son las conversaciones más bonitas. En las que las palabras no dicen nada y los gestos lo dicen todo.
septiembre 21st, 2010 at 5:49 PM
Es lo malo de crecer pasamos de besugos a ceporros. Muy chulo.
septiembre 21st, 2010 at 6:14 PM
Cómo puede verse lo que pasa siempre que escribes. Dos frases y lo puedes ver. Grande.
septiembre 21st, 2010 at 6:17 PM
Es verdad que son conversaciones de besugos, pero qué monada……..
septiembre 22nd, 2010 at 8:49 AM
Totalmente de acuerdo con Edda… que importancia tienen los gestos… ummmmm madre mia… madre miaaaaa
Un Placer caballero..
septiembre 22nd, 2010 at 2:25 PM
Bueno.
Quien a los 15, no ha vivido esa escena ..ays¡¡¡