Declaración solemne
En realidad, no existo como el resto de las personas.
Aparezco si tú miras la pantalla y lees durante un par de minutos. Dejas de hacerlo sin pensar en que vuelvo a la nada. Tal vez, alguien te sustituya en poco tiempo. O no.
Sin embargo, tú sigues siendo. Con algo de mí agarrado para siempre en algún lugar de tu pensamiento.
Esa es la condena y la grandeza de un escritor al que leen. Nunca ser. Ser para siempre.
septiembre 3rd, 2010 at 4:53 PM
Dos minutos leyendo, cinco minutos dándole vueltas a lo que he leído, media hora pensando en qué le contesto porque creo que no le he entendido bien. Vuelvo a leer el texto, otros dos minutos. Y sigo sin saber qué contestar. Dos minutos dice, sí, sí… y encima se pone solemne. Estoy pensando en pasarte una minuta.