Días de lectura. Tragicomedia en dos actos y pico
Acto I: (Una mesa en el centro con dos copas de vino. Un reproductor de música en la esquina. Suena una canción aunque él se acerca y pulsa la tecla stop).
Ella: No sé por qué debería esperarte con un par de copas de vino en la mesa. No sé por qué debería bailar contigo una canción que te gusta al llegar a casa. Yo nunca he sido así.
Él: A lo mejor deberías hacerlo porque me quieres. A mí me hubiera gustado que me recibieran para bailar y tomar una copa. Desde que te conozco. Pero veo que eso no cuenta.
Ella: Si es eso lo que quieres o lo que te enseñan por ahí, es tu problema.
Él: Es verdad, no hay una sola razón por la que debas hacer eso. Me voy a leer.
Acto II: (Una mesa en el centro. Mil cuatrocientas botellas de cervezas vacías. Cuantas más botellas más tragicomedia. Él baila por todo el escenario. Suena una canción aunque ella se acerca y pulsa la tecla stop).
Ella: ¿Se puede saber qué haces?
Él: Bailo, bebo y finjo ser feliz.
Ella: Resultas patético.
Él: Es verdad. Me voy a leer.
Y pico: (Una mesa en el centro. Ni suena música, ni hay botellas, ni nada de nada. Él espera de pie en el centro de la habitación. Llega ella).
Él: Vale, vale. Me voy a leer.