Enfoque
Todo se mantiene en calma.
Pero un soplo de aire llega desde lejos. Tal vez desde el fin del mundo. Y una pequeña rama se mueve. Es la primera de millones de ellas que, poco a poco, hacen que el paisaje se desenfoque por un instante.
El muchacho decide. Quiere besar a la chica y lo va a hacer. Pero un mechón del flequillo se descoloca. Él, que ya ha iniciado el movimiento del cuello para enfrentar los rostros, se detiene. Alarga la mano, lo coge entre dos dedos y se lo vuelve a poner tras la oreja. Ella sonríe. Gracias, dice. Fija la mirada en la mano que vuelve a su lugar. Deberías aprovechar y poner todo en su sitio, piensa.
Las pequeñas ramas vuelven a quedar inmóviles. Una tras otra hasta sumar millones.
© Del la Imagen: María Holguera
junio 3rd, 2011 at 10:02 AM
Este texto es tan visual que al leerlo es como estar viendo el momento clave de una película inolvidable.
Hay que tener mucha maestría para decir, » hacer ver » (o hacer sentir ) tanto con tan pocas palabras.
Saludos,
Javier V. Rivera.
junio 4th, 2011 at 6:35 PM
Es el enfoque made in Gabriel. No podía enfocarse, perdón, relatarse de otra manera.