Fotografías
Siempre he pensado que las fotografías fingen con descaro. Una sonrisa que no es ahora, un tiempo muerto, ese pelo que brilla. Las miro. Voy rápido para posar de nuevo, solo, a su lado, le río el gesto o me pescan desprevenido. Y, de regreso, no sé si ha merecido la pena volver a estar con él, que me pase el brazo por el hombro haciendo un chiste, sentir esa mirada cómplice. No lo sé. Me inquieta poder volver a escucharle. Sigo mirando. El día es oscuro. Nos sentamos en una roca haciendo irregular un horizonte difuso. Corre el aire con fuerza. Allí nos veremos algún día, me dice. Aún le puedo escuchar. Con exactitud. Y yo no contesto. Igual que aquel día. Ya lo sabíamos, ambos. Algún día, sí. Pienso.
Va pasando el tiempo en cada trozo de papel. Hasta que deja de estar. Ya, ni escucho, ni huelo, ni siento como me agarra para que me quede quieto entre protestas.
Pero un solo gesto sirve para ser el niño que le seguía a todas partes, para sentirme impresionado por un detalle que nunca nadie pudo ver.
Fingen, fingen con descaro una vida que reconozco a duras penas. Un tiempo que oculto con el gesto de no poder cargar más.
julio 1st, 2010 at 2:49 PM
Me gustan las fotografías. Debo reconocer que en ocasiones volver a ver algunas de ellas me ha producido un enorme dolor. En ese caso, las dejo metidas en una caja durmiendo. La anestesia del tiempo es infalible. Pese a todo, a lo que tienen de cotillas las imagenes del pasado, me gustan las fotografías. Para bien o para mal, ahí están.
Cuestión a parte, este texto me ha gustado y mucho.
julio 1st, 2010 at 3:03 PM
Claro que merece la pena volver a estar con él, por mucho que inquiete. Qué envidia me producen esa foto, ese brazo sobre los hombros y sobre todo esa mirada cómplice. Pero qué se le va a hacer.
julio 1st, 2010 at 6:29 PM
Es verdad, las fotos ,te devuelven a un pasado del que puedes recordar hasta olor de ese momento,y como duelen algunas…
Que bonito el texto y la foto