La dudosa amistad eterna
Sabemos que algo ha finalizado cuando la percepción que tenemos a partir de un momento concreto (sea lo que sea, sea cuando sea) es extraña, ajena. Alguien nos puede estar hablando un millón de años sin que le entendamos. Y, sin embargo, cinco minutos antes era importante en nuestra vida. Tal vez un amigo que, cinco minutos antes, sabía todo de ti y, ahora, no es capaz de reconocerte. Ni tú a él.
Una conversación que se repite. Absurda. Alguien que te cuenta su vida sin querer saber sobre la tuya. Dolorosa. O hablar para que el otro escuche y no abra la boca. Falta de interés. El dibujo de alguien que te parece no haber visto nunca antes. Asuntos nuevos de los que no formas parte y que nunca llegarás a entender. Te quedas fuera para por siempre jamás. Lo sabes. Lo sabe.
Te das la vuelta, cuelgas el teléfono o terminas de leer una carta. Adiós, nunca pensé que esto pudiera ocurrir, pero adiós.
febrero 19th, 2011 at 2:47 PM
Doloroso. Lo único bueno de la pérdida es el recuerdo.
febrero 20th, 2011 at 2:32 PM
Quizá sea porque no nos cuidamos los unos a los otros… solo vamos a nuestro interés sin preocuparnos de los demás…y tenemos más en cuenta las percepciones que averiguar lo que realmente está pasando. Todo es solucionable no???
marzo 8th, 2012 at 3:57 AM
Cuando no hay bilateralidad en la relación lo mejor es decir adiós…