Nombres (1)
Michela.
Cierra su ordenador portátil y se sienta junto a la perra. Deja que se arrime a ella para juguetear con el pelo corto y erizado del lomo.
Sabe cómo es, qué es lo que quiere, dónde podría mirar para encontrar el territorio de la belleza apenas oculto en cada forma de las cosas. Pero acaricia el lomo del animal. Sólo hace eso.
Suena el teléfono. Duda si debe contestar o no. Finalmente, lo hace con cierta desidia. Abre un poco más los ojos. Rosetones góticos. Vuelve la mirada multicolor. Y sonríe. Retira el animal con cuidado para incorporarse. Escucha lo que necesitaba. Justo lo que era preciso.
Cuelga. Va hasta el aseo. Busca entre cajas y frascos. Cosmética. A mí esto me sobra, murmura. Y en el espejo ve un futuro cercano. Multiplica su vida por dos.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
diciembre 11th, 2009 at 9:48 PM
Michela, me gusta el nombre. Quizás tu protagonista lo tenga en cuenta en ese futuro cercano ¿no?
diciembre 11th, 2009 at 10:47 PM
¿Está ensimismada o fuera de la realidad?.Michela es un poco mística ¿no?. Me inquieta mucho este texto.
Laloro.
diciembre 11th, 2009 at 10:56 PM
No, no lo es, Laloro. Me gusta mucho cuando comentas mis cosas porque constato que la literatura no se hace para cualquiera.
diciembre 11th, 2009 at 11:17 PM
Por eso nunca comento literatura sino otras cosas que aspiran a serlo, porque me pongo a la altura de su mediocridad.
Laloro
diciembre 11th, 2009 at 11:21 PM
¿Por qué eres tan pesada, Raquel? Venga, prometo dedicarte unos ripios de calidad cuando tenga un ratito. Ahora, sé buena. Un pis y a la cama, criatura.
diciembre 12th, 2009 at 11:17 AM
Michela, no necesita maquillar su belleza…