Resumen
Si no miente el cuadro digital que tengo enfrente, en este momento voy camino de Madrid a una velocidad que da miedo. 276 kilómetros por hora. Desde Valencia.
Estos días atrás he ido de un lado para otro a 276 kilómetros por hora. Pero no subido en un tren. No. Caminando, en el autobús o en el ascensor de casa. Ya les adelanto que esa velocidad fatiga a cualquiera.
Iba y venía sin saber por qué me lanzaba por las calles o por el pasillo de casa a semejante velocidad. Ahora, ya lo tengo claro. Siento unas irrefrenables ganas de decir a mi mujer una serie de cosas. Desde luego no lo haré aquí. Este espacio sólo puede contener guiños y mensajes que entendemos ambos y nadie más. Pero sí dejaré un resumen. Por no causar daños o perjuicios a los que han tenido paciencia para leerme y son algo cotillas (no me perdonarían dejar sin cubrir las expectativas abiertas).
Silvia: Todas esas cosas que nunca tuve tiempo de decirte.
Y ahora, si me lo permiten, voy a dormir a una velocidad extraordinaria. 291 kilómetros en este momento.
febrero 15th, 2011 at 5:36 PM
que loco!! dormir a velocidad, seguramente descansaras mas o tendras suenios de super accion o con esa rapidez de movimiento puedas soniar a futuro. besito
febrero 15th, 2011 at 5:39 PM
Al menos cuando le has dicho todas esas cosas te habrás estado quieto ¿no? ¿O ha tenido que atarte?
Firmado: Una cotilla con una enorme paciencia.
P.D.: Te has ido tan deprisa que no le has puesto la fecha a este texto.
febrero 21st, 2011 at 12:32 PM
Ah si!!!! pues yo te digo otra cosa: Otra cosa