Terror
– ¿Es usted Dios?
– Sí. ¿Qué se le ofrece joven?
– Pues mire, resulta que acabo de morir y me han mandado aquí. Y, la verdad, paso. Prefiero estar con mis colegas.
– Me deja perplejo, jovencito. Aquí se está de maravilla.
– No está mal, pero la música es un coñazo. Y tanta paz me deprime. Que paso, de verdad, que se lo agradezco y eso, pero no.
– Te acostumbrarás en diez o doce millones de años. Siempre pasa, tranquilo. Anda, ve a revolotear con tus nuevos amiguitos.
– No lo entiende usted, señor Dios. Es que paso.
– El que no lo entiendes eres tú. Si vuelves a poner pegas te mando de vuelta convertido en escritor. ¿Lo pillas ahora?
– Vale, vale. Me voy a revolotear unos siglos.
julio 7th, 2011 at 3:22 PM
Aaaaah!!!
…Ahora lo entiendo todo, G.
Al final le seguiste poniendo pegas al señor Dios y te ha mandado de vuelta!!!
Saludos.