DANA, líneas rojas, mentiras y violencia

Que se están cruzando líneas rojas a una velocidad de vértigo es una realidad indiscutible. Que el nivel de desinformación al que se ha llegado es preocupante nos debería escandalizar. Que la clase política española es un auténtico desastre nadie puede ponerlo en duda. Y que en esa clase política se nos colaron auténticos sinvergüenzas -no hace mucho tiempo- que han demostrado ser profesionales de la mentira, de la generación de odio y de la manipulación, es una tragedia descomunal.

Creo que, por otra parte, no estamos dando la importancia que merece al número de jóvenes que están integrados en movimientos radicales, levantando el brazo con la mano extendida e invocando a Franco o Hitler (seguramente sin saber demasiado bien qué hacen); estamos normalizando la violencia verbal y la agresión física como si esto formase parte de un sistema democrático. ¿Qué les pasa a los jóvenes? ¿Están desesperados? Lo cierto es que no todos se dedican a lanzar piedras al Rey o palos al presidente del Gobierno y, sin embargo, sí todos están desilusionados. Sólo unos pocos se portan como fanáticos. Ya jugaron al golpe de Estado los jóvenes catalanes cuando Puigdemont montó un circo lamentable y estamos viviendo lo mismo en el resto de España en esta cacería desproporcionada e injusta contra el presidente del Gobierno. Y los políticos detrás de ellos (de los jóvenes) buscando su propio beneficio. Vergonzoso.

El relato que se ha ido creando durante estos días, por parte del PP, está claro: la AEMET tiene la culpa de una gota fría que siempre ha existido y que no tiene nada que ver con el calentamiento global; Mazón, el presidente valenciano, avisó con tiempo de lo que llegaba; el Rey es el héroe moderno y se contrapone a Pedro Sánchez que es un traidor, un miserable, un cobarde y un chulo de mierda. Y me temo que no es un relato demasiado pegado a la realidad. La AEMET  ha cumplido con su cometido; la gestión de Mazón ha sido desastrosa; y el Rey estuvo muy bien aunque Pedro Sánchez también (se imaginan si se hubiera quedado la que se hubiera organizado),

¿Cómo se ha llegado a la situación actual? ¿Cómo y por qué se han cruzado líneas rojas que parecían intocables hasta hace unos días? ¿Qué papel juegan los medios de comunicación y esa caterva de propagandistas financiados por formaciones políticas en esta persecución sin cuartel de la que es víctima Pedro Sánchez? Es muy difícil explicar esto en un par de folios, pero algunos apuntes pueden servir para comenzar a comprender.

Haga lo que haga, Pedro Sánchez será acusado de algo terrible. Que nadie dude que si hubiera proclamado el Estado de Alarma le hubieran tachado de fascista, dictador y chulo. Pero no lo ha hecho y le tachan de no mover un dedo, de no querer asumir responsabilidades. Pero lo curioso es que al presidente de la Generalitat valenciana le dejan al margen siendo el verdadero responsable, el que tenía desde el primer instante el mando. Los medios de comunicación no están ayudando a aclarar la verdad y los propagandistas lo enfangan todo. Entre unos y otros, están creando un escenario irrespirable. Por ejemplo, Javier Negre publicó un tuit diciendo esto (saquen ustedes sus propias conclusiones): ‘No quieren contar la hora en la que Sánchez visita junto a los reyes los municipios afectados. Uno de ellos será Mula salvo cambio de planes. Ayer estuvieron los responsables de la Casa Real y Moncloa supervisando todo. Si os pilla cerca ya sabéis. PD: el Rey no tiene culpa’. ¿Saben qué? ¿Cómo se puede consentir esto en un país libre y democrático? Y el PP justifica (lo de condenar ni se lo plantean) el intento de linchamiento del presidente del Gobierno. Y Vox ofrece cobertura jurídica a los que sean detenidos o multados por lanzar piedras, palos o destrozar vehículos de la comitiva presidencial. Todo muy bien. Y todo precedido y acompañado de una cantidad de bulos infame que han hablado de competencias sembrando el desconcierto y grandes dudas; de una recuperación de cadáveres falsa; o de cualquier cosa que convirtiese esta tragedia en algo con lo que atacar al Gobierno.

Esto es una vergüenza y habrá que pensar en cómo no depender de gentuza como Alvise, Negre, Iker Jiménez (lo del colaborador de Jiménez manchándose de barro para dramatizar o el anuncio de gran cantidad de muertos en un parking sin datos ciertos, ha sido descorazonador, por lo menos), los conocidos como Desokupa; o Vox, un partido que gobierna la Generalitat junto al PP y que parece una organización dedicada a desestabilizar en lugar de buscar soluciones políticas… Un verdadero desastre.

Ayuda poco que columnistas como Juan Manuel de Prada en un periódico como ABC llame hijos de la grandísima puta a algunos políticos, que hable de ahorcarlos o descuartizarlos en las plazas públicas, y niegue un cambio climático que la comunidad científica del planeta ya da por cierto. ¿Cómo un periódico de esta dimensión publica semejante insulto a políticos y votantes de toda España? ¿Cómo estamos permitiendo que ignorantes absolutos pontifiquen sobre aspectos de la realidad que ni se acercan a conocer?

Es un disparate y estos apuntes deberían servir para poner en alerta a los que creen a pies juntillas lo que les envían, a los que tienen fe ciega en los líderes políticos y no se plantean nada más allá de lo que escuchan de ellos sin atender a otras ideas, a los que suponen que el motor del mundo es el amor y esas cosas. Es un disparate y un día de estos tendremos que hablar de tragedias que sean el resultado del uso de armas, de la violencia descontrolada o algo que algunos seguirán justificando para mantenerse en la poltrona. La cosa pinta mal y no estamos sabiendo valorar el problema.

G. Ramírez