La enésima III Guerra Mundial
La III Guerra Mundial se ha
anunciado entre quinientas y seiscientas veces desde que acabó la Segunda a mediados del siglo XX.
Durante todos estos años, se han vivido situaciones muy comprometidas que
podrían haber sido detonantes de un conflicto armado de dimensiones
planetarias aunque no ha sucedido. El armamento nuclear ha servido
como elemento disuasorio para las partes. Tanto los rusos o los chinos como los
norteamericanos saben que una guerra mundial sería el fin de la civilización
actual, nadie puede ganar una guerra nuclear.
Pero los líderes políticos de medio mundo se afanan en que la situación sea extrema, día a día y pase lo que pase (siempre centramos la atención en rusos y norteamericanos aunque los indios, chinos, israelitas o paquistanís, están también con un dedo en el botón rojo).
Algunos países ya declararon la guerra total a Occidente (los chinos, sí) y
fueron invadiendo los países con calma y las economías con vigor, sin
esconderse. La deuda pública de los países del mundo entero que está en manos
de China es tan abrumadora que impide movimientos políticos y económicos a
media Humanidad. Pero eso nos importa un bledo. No nos importa cierta esclavitud si mantenemos nuestras comodidades.
Y con este escenario tan bonito, Biden, antes de irse a descansar,
ha autorizado a Ucrania a utilizar armamento de largo alcance, entregado por Estados Unidos, contra Rusia. Esa era una de las líneas rojas
marcadas por Putin que amenazó con considerar esos misiles lanzados por el donante. Trump ha instado a Putin y Zelensky a sentarse con él para
intentar resolver el conflicto y evitar una III Guerra Mundial que vuelve a parecer,
por enésima vez, inminente. Y los demás mirando atónitos a unos y a otros,
escuchando que el mundo se va al garete sin remedio. Las redes sociales echan
humo y no faltan los que se apuntan a un Apocalipsis de lo más rentables para
hacer caja en internet.
Pero ¿nos asusta realmente esto
de las guerras? ¿Influye en nuestras vidas el lanzamiento de misiles de largo
alcance contra territorio ruso? ¿Nos importa lo más mínimo todo este asunto?
Los rusos y los ucranianos se llevan dando leña casi tres años. Israel ha arrasado Gaza, lo está haciendo en el sur del Líbano. En Birmania llevan a puñetazos desde 1948 (entre unas cosas y otras no han parado). La insurgencia en Mali, Burkina Faso, Níger o Chad y en el Magreb (Túnez y Argelia) no está saliendo gratis (dieciséis mil bajas contabilizadas). En Siria las bajas han sido insoportables y siguen siéndolo; la guerra civil de Somalia es una sangría que no parece tener fin… Son muchos conflictos, muchos más. Y no nos importa casi nada. Ni siquiera recibimos noticias que hablen de las millones de tragedias que se viven en África a causa de las guerras. No parecemos muy asustados, ni parece que influya demasiado en nuestras vidas. Queda lejos. Y no somos capaces de ver que ya estamos en guerra mundial hace años.
Estamos en un nivel de peligro,
según los expertos, respecto a una posible guerra nuclear de siete sobre diez.
Nos da igual. Nos importa muy poco que Ucrania le mande un regalito a Rusia
porque los rusos lo hacen a diario y aquí no pasa nada. Y un día el lobo vendrá
de verdad. Y será tarde.
G. Ramírez
Comentarios
Publicar un comentario