Carta a los Reyes Magos de Oriente... por si cuela

Queridos Reyes Magos de Oriente:

Como ya sabéis, este año voy a pedir unas cuantas cosas de más y, por otro lado, que me vais a tener que dejar para el último momento de la noche porque lo que quiero es que os llevéis algunas cosas. Ya lo sé, ya sé que os dedicáis a regalar y no a las mudanzas. Pero no se me ocurre mejor regalo que la ausencia de lo incómodo, lo doloroso o lo que provoca vergüenza. Resumiendo, lo importante es que tengáis espacio para regresar a Oriente con mucha carga.

Melchor ¿podrás llevarte a todos los corruptos que tenemos en España? No sabes la que están organizando. No tienen fin. Eso sí, ten cuidado porque son difíciles de reconocer. Se suelen ocultar tras buenos trajes de chaqueta, tras cargos importantes. Aunque, si lees la prensa antes de venir o lees los correos electrónicos que se envían unos a otros, enseguida los reconocerás. Si compruebas que los sospechosos tienen un ático comprado a precio de risa o les ha tocado la lotería diez o doce veces o piden indultos con una caradura de impresión, puedes dar por hecho que se trata de verdaderos corruptos. Es sólo un ejemplo. Se diferencian de las personas decentes en muchos aspectos. Creo yo que con un par de millones de camellos te apañarás. Y no les escuches por si te ofrecen el oro y el moro. No quisiera tener que dar la razón a esta gente cuando afirman que todo el mundo tiene un precio. Todavía queda gente honrada y Reyes Magos.

Melchor, como siempre fuiste mi preferido (a pesar de dejarme en la estacada con algunas peticiones que tampoco eran para tanto) abusaré de tu confianza pidiéndote otra cosa. ¿Podrás llevarte, de paso, a todos los ricos que han perdido su sentido solidario y ven la realidad que más les conviene para poder seguir manteniendo sus privilegios? Es que verás; con lo que acumulan (cantidades que nunca podrán gastar, ni siquiera malgastar) podríamos comenzar a trabajar para ir eliminando la pobreza. ¿Te imaginas un mundo sin corruptos y en el que se repartieran las cosas de forma equitativa? Ya sé que la magia tiene un límite, pero mi obligación es pedir. Si alguien te dice que esto es demagogia no hagas caso. Hoy en día, todo aquello que representa un esfuerzo, una rebaja por pequeña que sea en nuestro bienestar, cualquier esfuerzo intelectual dirigido a mejorar un mundo que estamos destrozando, lo tachamos de demagogia. El sueño del ser humano es demagogia según muchos.

Gaspar, si se te pasa por la cabeza atender mis demandas, lo mejor que puedes hacer es alquilar todo lo que se mueva y tenga capacidad de carga. El mundo se ha llenado de personas que, sin ser corruptas, les hacen el caldo gordo a los que lo son. Uno podría pensar que son millones de primos que miran a otro lado por una cuestión de cercanía familiar. Esto está generando que la situación sea absurda y vergonzante. Consiste en que cada uno defiende lo suyo y no quiere saber nada de los demás. Lo de unos es muchísimo; lo de estos que señalo no es demasiado aunque les permite pensar que son afortunados (deben dinero a los bancos, pagan letras del coche, salen de vacaciones sin poder y cosas parecidas). Creen que haciendo la vista gorda ante la injusticia social o los pelotazos económicos, lo suyo estará a salvo. Estúpido ¿verdad? He llegado a pensar que íntimamente están deseando hacerse un hueco entre los corruptos y maleantes para tener en su poder un trozo del pastel que, al menos, admiran a los malos y les fascina su forma de salir adelante. De otro modo no tiene explicación ya que, cualquier día de estos, puede tocarles a ellos el incómodo premio de una situación extrema gracias a que un listo se ha llevado otro saco más lleno de millones de euros. No entiendo cómo este tipo de personas piensan que los parados lo están porque son unos vagos, que las putas lo son porque son unas viciosas o que los escrúpulos deben ser menos si se trata de dinero. Llévate a los ciegos (esto es una metáfora; no vayas a vaciar los quioscos de la ONCE), a los que el egoísmo ha convertido en personas alejadas de la realidad y de los otros. Te los llevas o les regalas un criterio sólido y coherente que no tenga que ver con los medios de comunicación y sí con la propia condición de cada uno como seres humanos que son. Confío en que sabrás hacer lo mejor.

Baltasar ¿cómo andas de depósitos de carga para mediocridad, odio o rencor? ¿Podrás cambiar estas cosas por lealtad, amor, amistad o bondad? Tú serás el que tendrás que traer y llevar. Si te queda algún hueco, no vendría mal mucha solidaridad. Y no olvides los millones de regalos que piden los niños para los que no pueden disfrutar de vuestra magia. Porque si no haces eso, magia, me parece a mí, que nosotros haremos el mismo paripé de siempre. Insuficiente, claro. Por cierto, no olvides llevarte a dar una vueltecita a Benjamín Netanyahu, a Putin, al chino, al de la motosierra y a la de la fruta. Eso por lo menos.

Soy consciente de lo difícil que es hacer todo esto. Pero es muy importante que lo intentéis. Espero que lleguen muchas cartas como esta y toméis en consideración mis peticiones. Con esto de internet está chupado. Es cortar y pegar y publicarlo como propio en las redes sociales o enviar por correo electrónico.

Queridos Reyes Magos, demostrad que sois reales. Mágicos y reales. Haced que merezca la pena creer en vosotros por siempre jamás.

Os deseo un feliz viaje. Nos vemos en unos días.

G. Ramírez

P.D.: Si tú, querido lector, no eres de los que cree en los Reyes Magos de Oriente, puedes tomar esta carta como una petición de ayuda urgente, de responsabilidad y de solidaridad. Si quieres, de rebeldía ante un mundo cruel, injusto y demoledor con los más débiles. Sin estas cosas, estamos condenamos a ser infelices y a estar rendidos ante los que nos han hecho creer que lo que tenemos es la única opción.

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