La palabra más bonita según… Elena Camacho

 © Eva Besnyö, Woman and Cat, Amsterdam, 1934


¿Cuál es la palabra más bonita que conoces? Las palabras pueden sonar mejor, peor o regular; tienen una musicalidad que despierta los sentidos. Y es que las palabras suenan, y pesan, y huelen, y al tacto resultan más o menos suaves. Todas se pueden ver. Los lectores de La Vida del Revés nos descubren la que más les gusta. Y la que menos, también.

Desde siempre, me han encantado los insultos viejunos como cabestro, zote, cretino, merluzo o zopenco, pero, sobre todo, me quedo con los del Capitán Haddock: ‘ectoplasma’, ‘batracio’, ‘cataplasma’, ‘filibustero’ o ‘mamarracho’. Me encantan.

La palabra más bonita es SERENIDAD; me ha gustado siempre, pero me resulta imposible separar su sonoridad y su significado.... Otra de las candidatas es RIMBOMBANTE.

SERENIDAD de José Hierro

Serenidad, tú para el muerto,

Que estoy vivo y pido lucha.
Otros habrá que te deseen:
Esos no saben lo que buscan.
Si se durmieran nuestras almas,
Si las tuviéramos maduras
Para mirar inconmovibles,
Para aceptar sin amargura,
Para no ver la vida en torno
Apasionadamente nunca,
Duros y fríos, como piedra
Que sopla el viento y no la muda.

Almas claras. Ojos despiertos.
Oídos llenos de la música
Del dolor. Los dedos felices,
Aunque los hieran las agudas
Espinas. Todo el sabor agrio
De la vida en la lengua.

“Nunca
Podrás mojar tu pie en el río
En que ayer lo mojaste. Busca
La eternidad, vive en la alta
Contemplación de su figura”.

Palabrería de los libros
De la que deja el alma turbia.
Serenidad que se nos vende
Por librarnos de la tortura,
Por llenarnos de sueño el alma
Y rodeárnosla de bruma.
Serenidad, tú para el muerto.
El hombre es hombre, y no le asusta
Saber que el viento que hoy le canta
No volverá a cantarle nunca.

Serenidad, no te me entregues
Ni te des nunca,
Aunque te pida de rodillas
Que me liberes de mi angustia.
Será que vivo sin saberlo
O que deserto de la lucha.
Tú no me escuches, no me eleves
Hasta tu cumbre de luz única.

Palabrería de los libros
De la que deja el alma turbia.
Yo también me hago un poco libro,
Me duermo el alma.

Luz difusa.
La madrugada se desgaja
Agria y azul, como una fruta.
Cantan los pinos a lo lejos.
Un niño llora. Las desnudas
Mujeres y hombres silenciosos
Salen despacio de las últimas
Sombras. Los pájaros me esperan.
Se alzan las olas. (Me preguntan
Por qué.) Campanas. (Ayer niebla,
Hoy claro Sol y luego lluvia).
¿Por qué? Las hojas se estremecen.

Voy inundándome de música.


Y una de las que menos me gusta es APERITIVO, me resulta muy cursi.


Comentarios

Form for Contact Page (Do not remove)