Deporte y devastación en Palestina

Ataque israelí contra la Torre Mushtaha este viernes en Gaza. / © HAITHAM IMAD (EFE)

Antes se decía que deporte y política no debían mezclarse. Antes eso tenía sentido y con esa frase se dibujaba una línea roja que casi nadie traspasaba. Pero antes no estaba todo mezclado, la realidad no era una amalgama de asuntos que se han ido mezclando sin ton ni son y que han convertido el mundo en un lugar muy pequeño, un lugar en el que parece que todo vale, un espacio en el que todo es lo mismo. Sí, todo es lo mismo desde que la Internet apareció. Por tanto, deporte y política se enredan entre sí sin remedio para  sufrimiento de muchos.

Dicho esto, me parece que las protestas que se están produciendo en la Vuelta Ciclista a España son lícitas aunque las formas no están siendo las óptimas. La televisión ya deja imágenes de cunetas inundadas de banderas palestinas, de apoyo incondicional al pueblo palestino. No era necesario llegar a provocar situaciones peligrosas para los deportistas. Pero hay que protestar sin parar, lograr que los equipos deportivos israelís no puedan participar en competiciones fuera de sus fronteras. Y si alguien piensa que los deportistas no tienen culpa alguna debería pensar en quién tiene culpa de la matanza eterna que se está produciendo en Gaza. ¿Qué apoyo tiene el Gobierno de Israel? ¿Saben lo que está pasando los israelís o ellos no tienen Internet o son tontos perdidos y les tienen completamente engañados? A los rusos se les prohibió competir y nadie entiende por qué a los israelís se les consiente todo.

Sin embargo, el problema no es que el equipo ciclista de Israel deje la Vuelta Ciclista a España (debe salir pitando, desde luego); el problema es que hoy en Gaza han muerto niños, jóvenes y ancianos, hoy en Gaza han derribado edificios, hoy en Gaza el hambre se está haciendo un hueco mayor que tortura a cientos de miles de personas.

Alguien podría decir que del mismo modo que en Israel saben lo que sucede y se ponen de perfil, en Gaza se celebró el ataque terrorista que desencadenó este chorro de violencia, muerte y devastación. Pero eso no  puede servir de excusa para acabar con un pueblo entero, para llevar a cabo un genocidio tan brutal. Desde luego los niños entienden poco de esas cosas.

G. Ramírez