El Premio Planeta, Juan del Val y la falta de decoro
El 26 de octubre de 2023 escribí una columna de opinión en El Correo de Andalucía en la que explicaba mi postura frente a la entrega del Premio Planeta a Sonsoles Ónega. Lo he leído esta mañana y podría servir para expresar lo que pienso al enterarme de que Juan del Val ha ganado ese premio.
En una sociedad en la que cualquiera pueda escribir, en la que un futbolista o un torero casi analfabeto se lanzan a cantar como si eso estuviera al alcance del primero que pasa por allí o en la que la clase política es vergonzosa por su garrulez, algo no funciona.
A continuación dejo lo que dije en su momento. Cambie el nombre y sirve igual.
El Premio Planeta, Juan del Val y la falta de decoro
En algunos ámbitos se está perdiendo el decoro a marchas forzadas. Y uno de esos ámbitos es el editorial. Ya da igual lo que parezca y lo que sea, da igual si todo huele que apesta, da igual perder el sentido de la decencia y de la estética.
Miren, he escrito dos novelas en mi vida. Y jamás me he presentado a premio literario alguno. Ya hace muchos años un escritor veterano, de esos que se han hinchado a vender libros y a ganar premios literarios, me dijo que no me presentara a ninguno sin tener claro que lo iba a ganar. Eso no se puede saber, tener claro estas cosas parece imposible, le dije. Siempre se sabe con un año de antelación, contestó. Y después de dedicar mi vida a la literatura, creo que eso es verdad (lo he vivido varias veces siendo jurado o asistiendo a entregas ridículas) y me he convertido en un descreído del mundo editorial (desde luego) y del mundo literario (casi desde luego).
Ayer, han anunciado quién era la ganadora del Premio Planeta de Novela de este año. Les resumo la cosa: Editorial Planeta le encargó una novela a Sónsoles Ónega (ya se pueden poner como se pongan, ya pueden negar esto una y mil veces, ya pueden patalear de rabia... esta es la verdad), Sónsoles Ónega es una estrella de Atresmedia que pertenece al Grupo Planeta y estos han otorgado el Premio Planeta a la señora Ónega. Yo me lo guiso y yo me lo como.
Estoy deseando tener un ejemplar en las manos de la novela. Quiero leer el texto, analizarlo, valorarlo y escribir un artículo crítico. Y estoy deseando porque sé lo que me voy a encontrar. Y porque ya tengo copias de algunas otras que se han presentado al premio y que son entre buenas y muy buenas novelas.
No se puede perder la decencia, no se puede pensar que el lector es imbécil perdido, no se puede desdeñar a la crítica porque ya no pinta nada. No se puede tratar la literatura como si fuera un quilo de tomates o cuarto y mitad de gambas arroceras.
Me indigna todo esto y me avergüenzo de pertenecer a un mundo que se ha convertido en una irrisión gracias a estas chapuzas.
G. Ramírez
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