Cojonudo, Mazón

Fotografía EP

Lo que sería cojonudo es que Carlos Mazón desapareciera de la vida pública, que entregase su acta en Les Corts valencianas, que dejase de ser aforado y se le juzgase sin limitación alguna, que estuviera reunido en un cuarto a solas con media docena de los familiares de los muertos a causa de la DANA durante diez minutos, solo diez. Cojonudo sería que se pudiera volver atrás en el tiempo y este tipejo decidiera fracasar en el mundo de la música en lugar de hacerlo en el de la política, que dejase de mentir una y otra vez, que tuviera respeto por las víctimas, por los valencianos en general. Cojonudo sería que Carlos Mazón no fuera Carlos Mazón y se convirtiera en un ser más opaco si es que eso es posible, más insignificante (eso no es posible).

Yo no sé lo que tiene que pasar para que pase algo; la sociedad española está adormecida, acomodada y con la cabeza metida bajo el suelo. Este Mazón por su lado, el resto de políticos por el suyo; todos metiendo la pata por corruptos, por ignorantes, por machistas o hembristas, por idiotas en general. El día que queramos abrir los ojos será tarde, seguro que lo será.

Cada noticia, cada día, cada audio, cada mensaje, es más vergonzoso que el anterior. Y, ahora, sabemos que a Mazón le parecía todo cojonudo. E intuimos que a los políticos, mientras sigan trincando a dos manos, también. Ya no hay que tirar de intuición, ya sabemos que esto es así.

G. Ramírez