Pedro Sánchez y Feijóo ya no se quieren
Piense en una pareja. En un matrimonio, en unos novios o, si me apura, en un par de amigos. Él le dice a ella que ya no le quiere. O ella a él. Eso es lo de menos. Se acabó la pareja. Así, sencillo, irremediable, fulminante. Podrán seguir juntos, podrán cruzar el desierto en el que se casaba de convertir su vida uno al lado del otro, pero algo se ha roto para siempre. Nada puede arreglar algo como eso. Las excusas no existen. Eso de ‘lo dije en un momento de ira’ no cuela. Decir a otra persona ‘ya no te quiero’ es definitivo.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo han sido pareja política, compañeros de performance, socios en la mentira que se construye en política. Han sido pareja aunque ya no se quieren. Se lo han dicho uno al otro, a la cara y sin ambages. Se acabo la cordialidad, lo poco que quedaba de decencia en la pareja, el respeto necesario para convivir.
Uno le ha dicho al otro que no le quiere porque se junta con narcotraficantes. Otro le ha dicho al uno que vive de los prostíbulos de su suegro. Se han insultado de forma grave y han metido en todo ese lío a los familiares, al entorno más cercano. Desde que se comenzó a señalar al hermano de Ayuso o a su novio, la cosa ha ido a peor. Las esposas, la familia, los amigos… Nada se respeta.
Esto qué significa, qué puede traer esto de bueno o de malo a los españoles. Mugre, mucha mugre. Si la política ya nos parecía un asco, a partir de ahora esto se va a convertir en algo irrespirable, asfixiante. Si ya estábamos lejos de los políticos, a partir de ahora estaremos a siete u ocho galaxias de distancia. Y si los problemas de los españoles han estado olvidados por estos sujetos que discuten en el Congreso de los Diputados, a partir de ahora nos podemos dar por jodidos.
Es necesario que cambie todo, que la política se reinicie, que alguien pulse el botón rojo (sí, el nuclear). Destrucción total, desaparición de la peor clase política de la Historia de España. Y, sobre todo, que no confundamos ese botón con votar a partidos extremistas que quieren recortar derechos fundamentales y echar a los que tienen un color de piel más oscuro de lo normal. Eso sería mucho peor.
G. Ramírez
No, no se trata de echar a los que tienen un color de piel más oscuro de lo normal, se trata de regular la inmigración ilegal, se trata de echar a los delincuentes, sobre todo si son reincidentes, se trata de poner orden en la vida diaria,
ResponderEliminarNo es de recibo que los españoles no puedan salir a la calle con tranquilidad por que violan a las niñas acosan y roban a los mayores. Y por lo que se ve este falso progresismo que tenemos no va a hacer nada por los ciudadanos, al contrario buscan el enfrentamiento para justificar la ya dicha hasta la saciedad frase de que viene la derecha, pues si para poner orden tiene que venir la derecha que venga, que ya estamos hartos.
Cuando la justicia no actúa reina el caos.
El pueblo se tomara la justicia por su cuenta.
De momento han puesto la bandera de los LTGB en los edificios de los organismos oficiales y ya con eso creen que lo solucionan todo. Todos contentos y el gobierno mediocre de perroflautas del PSOE robando a sacos.
Cuanta miseria están generando.
Está usted enfermo de odio.
EliminarNo sales a la calle con tranquilidad y tu hija está a punto de ser violada a diario????? Venga ya. Y metes la bandera LGTBI de rondón. Odias todo lo que no eres tú. Unas preguntas: ¿has ido de putas alguna vez? ¿Has pagado tus impuestos sin hacer trampas siempre? ¿Has ganado algo de dinero haciendo lo que no se debe? ¿Te has puesto pesado con alguna mujer más debe la cuenta? Ahora aunque solo sabes tú las respuetas sigues criticando si quieres…
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