Carmen León: 'El deporte es una herramienta de salud'

 


Carmen León París es médico deportivo. Una mujer con carácter que aprendió que la forma de tener éxito es intentando conseguir todo aquello que quieres. Y ese es el mensaje que quiere transmitir a todas las mujeres: luchar por todo lo que se desea, no dejarse llevar por lo que digan. De hecho, ella llegó a su club de toda la vida contra todo pronóstico puesto que allí, en aquel momento, buscaban un médico varón. Aquello de una mujer dentro del vestuario de los hombres no se entendía del todo. Pero lo intentó y lo consiguió. Comenzó en el Real Canoe. Allí sigue. Es, además y entre otras cosas, la médico de CRC y PRU, clubes de rugby de Pozuelo (Madrid). Su relación con las selecciones nacionales de distintos deportes ha sido extensa e intensa (baloncesto, rugby, atletismo...).

Es un privilegio poder entrevistar a una mujer de la experiencia de Carmen León. Porque es una excelente profesional de la medicina, porque su relación con el mundo del deporte le ha convertido en un referente claro y porque no suele dar entrevistas. La charla fluye sin problema alguno.

Quiero que me hable sobre las lesiones más características en las mujeres deportistas, sobre qué diferencias existen entre los hombres y las mujeres, y cómo es la mujer que juega al rugby respecto a la prevención de lesiones y el día a día respecto a la medicina del deporte. En fin, quiero que me cuente todo.

Carmen León

‘A las mujeres no se les ha ayudado especialmente en el ámbito deportivo español. Y a pesar de que las estructuras y los recursos están muy enfocados hacia el deporte masculino los resultados de los equipos femeninos son brutales. Sólo hay que mirar el número de medallas olímpicas, los campeonatos de Europa o del mundo, que han conseguido los equipos femeninos de waterpolo, baloncesto, balonmano, rugby o fútbol. Es muy impresionante y creo que es muy importante recordarlo siempre. A pesar de la limitación de recursos, las chicas españolas han demostrado un altísimo nivel en muchas ocasiones’.

Carmen León remueve su café con delicadeza. Me recuerda que si alguien toma café en el País Vasco ya no puede disfrutar del todo con cualquier café. Estamos de acuerdo.

‘Hombres y mujeres somos distintos y eso es algo evidente. Entre otras cosas, la mujer es la que se queda embarazada y una de las misiones de la especie es procrear por lo que no se puede renunciar a ello. Eso es así de sencillo y así de contundente. Pero eso no significa que no debamos tener los mismos derechos y las mismas oportunidades. Desde el punto de vista físico, por ejemplo, las caderas de las mujeres son más anchas precisamente para soportar mejor esos embarazos, son de diferente forma, y eso condiciona la posición de la rodilla y todo el miembro inferior. Y por ello las jugadoras se rompen el ligamiento cruzado anterior con más facilidad que los varones. Fíjate si hay diferencias y si son importantes. Esa es la lesión que más me preocupa a mí, como médico del deporte, y en los deportes femeninos de equipo. Al llegar al Real Canoe y encontrarme con dos lesiones de este tipo en muy poco tiempo, pensé que era cosa de nuestra cancha , de algún factor propio de las instalaciones o algo así, pero al preguntar en otros servicios médicos me dijeron que estaba dentro de lo normal, que las estadísticas decían eso. Y venía del atletismo sin ver una lesión así en años. Es una lesión que deja la rodilla tocada, esa rodilla tiende a presentar problemas siempre; si se opera la recuperación es muy lenta (actualmente, volvemos a extender el tiempo de recuperación porque la rodilla no se recupera en seis o siete meses), y la recuperación mental es costosa y tan importante como la física. Es más, la mental es mucho más duradera que la física’.


Le invito a hacer un repaso a la conmoción cerebral, una lesión mucho más habitual de lo que cabe esperar. Sé que esta es otra de las grandes preocupaciones de Carmen León.

‘La conmoción cerebral es una lesión que se produce por un traumatismo directo o indirecto (cabeza con cabeza, cabeza con una rodilla o con el suelo...). En el cerebro se producen unos cambios químicos: encontramos una salida de potasio de las neuronas y una entrada de calcio, pueden producirse pequeñísimas hemorragias que en las pruebas de urgencias no se ven y por ello, generalmente, el diagnóstico a nuestro nivel es clínico, es decir, tenemos que conocer cuáles son los signos y los síntomas de la conmoción cerebral. Lo primero es sospecharlo por el mecanismo lesional y observando al jugador (si al levantarse percibimos ataxia, manos a la cabeza, mareos, manos al cuello...) podemos pensar que ha existido esa conmoción. Si tenemos la sospecha de que se ha producido hay que sacar al jugador del campo, sea cual sea el deporte. El rugby es un deporte no ya de contacto sino de colisión (hay más impacto energético) y se producen con más frecuencia este tipo de lesiones, pero son muchos los deportes en los que suceden las conmociones. Y hay que incluir el deporte escolar. El problema es que en España muchas veces pasan desapercibidas. Es importante destacar que este tipo de lesiones requieren de un descanso cognitivo serio. Si tras sufrir una conmoción, el deportista vuelve a casa y se pone a preparar un examen, su conmoción y sus síntomas empeorarán, y tardará más en recuperarse. Por cierto, las mujeres sufren la conmoción y sus efectos de forma distinta, desarrollan una clínica peor que los chicos y no sabemos exactamente la razón aunque intuimos algunas de esas razones. Un detalle. La musculatura cervical la tienen menos desarrollada que los hombres. ¿Por qué? Pues seguramente porque la incorporación al deporte de las mujeres es mucho más tardía que en el caso de los varones. Algunas de nuestras mejores jugadoras de rugby han comenzado a jugar en edad universitaria puesto que en sus facultades conocen el rugby y no antes. Sea como sea, las niñas deberían comenzar antes y realizando distintos deportes, es mucho más enriquecedor’.

La doctora León muestra su preocupación por la falta de medios que tienen a disposición los médicos del deporte y la falta de posibilidades para hacer su trabajo con normalidad.

‘En España no existe ninguna relación entre el mundo del deporte (incluido el ministerio de Cultura y Deporte) y el ministerio de Sanidad para tratar estos aspectos que pueden afectar al rendimiento deportivo del niño o joven y, sin duda alguna, a sus rendimientos académicos. Por ejemplo, yo puedo hablar con los padres y explicar una conmoción, pero no puedo acceder a los profesores para que le cambien un examen al lesionado. No existen protocolos que faciliten las cosas’.

Los efectos de las conmociones pueden ser muy graves. Por ello, Carmen León pide que los técnicos sean conscientes de lo importante que es retirar a un jugador a tiempo, y si se sospecha de una posible conmoción tomar medidas inmediatas sacando al jugador o a la jugadora del campo. Si más tarde no se confirma la lesión mucho mejor, pero ante la duda el jugador no debe jugar ni un minuto más. Y advierte de algo muy habitual: los jugadores creen estar bien siempre por lo que hay que tener muy claro que la decisión de continuar en el terreno de juego no es del jugador sino del médico del equipo. A continuación se debe colocar al jugador en el protocolo de recuperación y, así, los problemas son mucho menores. Carmen León insiste en que ‘la conmoción cerebral no es exclusiva del rugby’, que son muchos deportes en los que se puede producir y que puede ampliarse a entornos diversos como, por ejemplo, la violencia doméstica. Me apunta que las explosiones son otro factor de riesgo en el caso de las conmociones cerebrales y señala las guerras actuales en Gaza o en Ucrania. ‘La onda expansiva no discrimina y serán miles de niños y adultos los que sufran los efectos de las conmociones durante mucho tiempo. Aunque nadie se fije en ello, será así y eso es un problema enorme’.

El caso de la australiana Hanna Mouncey ha suscitado una gran polémica entre sus rivales.

El deporte femenino se enfrenta a distintos cambios y novedades importantes que puede afectar definitivamente a su desarrollo. Carmen León se muestra inquieta con alguna de esas cosas.

‘No creo que las mujeres transexuales deban jugar en equipos femeninos. Ya sé que podría parecer que pienso al contrario que el resto del mundo, pero creo que las diferencias mecánicas, de fuerza, etc., ya están presentes en el momento de la concepción del ser humano y que son insalvables. Y con ello no quiero decir que la mujer sea frágil y débil; he visto jugadoras con una musculatura desarrollada que está por encima de muchos hombres; pero dar cabida, sin saber exactamente las consecuencias, a este tipo de cambios en el deporte femenino podría ser causa de desastre absoluto; y hemos trabajado mucho para que el deporte femenino esté donde está. La realidad es la que es y no va a cambiar por muchas decisiones políticas que se tomen. Mira, apoyo sin duda alguna a todas aquellas personas que necesitan cambiar de sexo. No pueden sufrir, ni pueden pasarlo mal. Pero no podemos ir corriendo por esos jardines, tomar decisiones sin una reflexión profunda, no podemos hacer algo que nos obligue a retroceder. Los cánones actuales pueden cambiar y un error grueso se puede hacer irreparable’.

Seguimos charlando con un campo de rugby mítico a nuestra derecha. Desde donde estamos podemos ver las gradas de El Central de la Universidad Complutense de Madrid. Le pido que echemos un vistazo a los problemas de salud mental entre los deportistas.

‘Un aspecto esencial en el deporte es la salud mental y lo tenemos muy abandonado. De entrada, el cerebro masculino y el femenino son y funcionan de forma distinta. Mientras que los chicos ejecutan las órdenes que reciben, las mujeres necesitan entender las razones y mezclan eso que hacen con el resto de sus experiencias, necesitan interiorizar todo lo que hacen. Ni mejores ni peores, sencillamente, diferentes. Por eso, algunos entrenadores que triunfan con los chicos no son capaces de sacar adelante proyectos con los equipos femeninos. La psicología de hombres y mujeres, por tanto, es distinta. Hemos conocido el caso de Simone Biles que ha dado la vuelta a este asunto con su valentía al retirarse de la competición durante los JJOO de Tokio para no jugarse la vida; el caso de Ricky Rubio nos debería abrir los ojos... Hay que afrontar con decisión estos problemas de salud mental. Y otra cosa muy importante: hay que preparar al deportista de élite para que, una vez finalizada su carrera deportiva, se enfrente a la realidad con normalidad. Que sepan enfrentarse al éxito o al fracaso es muy importante. Siempre digo que el 50 por ciento de los deportistas que llegan a mi consulta porque les duele un hombro o la rodilla o lo que sea, suelen tener un problema más mental que físico; no necesitan un médico sino a un psicólogo. Con todo esto hay que plantearse buscar soluciones urgentes’.

Seguimos charlando sobre lo difícil que es hacer entender a un deportista que tiene un problema mental, lo difícil que resulta hacer entender a los padres de un deportista joven que los 160 euros gastados en unas zapatillas son, tal vez, menos importantes que los 50 de la sesión con un terapeuta, lo difícil que es que el cuadro de prioridades se modifique a favor del cuidado de la mente. Y sobre la imposibilidad de llegar a todo, a los casos de bullying escolar, por ejemplo. Y vamos acabando nuestro tiempo de encuentro.

Simone Biles

Antes de despedirnos, Carmen León, me dice que quiere dejar claro algo muy importante.

‘El deporte es una herramienta de salud. A pesar de todo esto de lo que hemos hablado, el deporte es una herramienta imprescindible de salud y sus beneficios y sus ventajas son muy superiores a los aspectos negativos que llegan con las lesiones’.

El Central luce precioso. Las lluvias recientes hacen que el verde del césped sea luminoso y brillante. Lo dejamos atrás hasta la próxima ocasión que no tardará en llegar.

G. Ramírez

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