El Día Mundial del Perro o cómo celebrar la vida un día más

Hoy se celebra el Día Mundial del Perro.

Gaia, el Bulldog Inglés que nos acompaña desde hace casi tres años, es lealtad absoluta; es amor incondicional; es compañía a cualquier hora del día; jamás duda en alegrarse si está junto a ti compartiendo sea lo que sea; se entrega por completo al saludar, al jugar, al enseñarte sus juguetes como muestra de confianza en ti… Gaia es uno de los ocho corazones que hemos llegado a vivir bajo el mismo techo y no hay razón alguna para que se distinga de cualquiera de los otros siete.

Gaia nos hace celebrar la vida cada día que pasa. Se alegra sin filtros, quiere compartir todo sin filtros, es feliz en su casa y con los suyos sin filtros.

Gaia celebra el Día Mundial de los Humanos cada uno de los días del año. Creo que no siente la necesidad de sentir rencor, de enfadarse, de traicionar… En realidad, creo que no sabría hacerlo. Eso es cosa nuestra y no de un perro.

Rescato algo que ya dije hace un año porque no me he movido ni un milímetro respecto a lo que pensaba en ese momento:

‘Creo que no exagero si digo que el 90 por ciento de las personas que tienen perros en casa no debería tenerlos. Ni existe compromiso con el cuidado del animal, ni existe conocimiento de lo que supone tener un perro en casa, ni se tienen los mínimos conocimientos sobre los perros y eso impide que el cuidado de la mascota sea la más adecuada. Un perro no es un juguete, ni un ser vivo al que se le puede tratar como si fuese cualquier cosa. Un perro es un animal, un corazón que late bajo el mismo techo, un alma (quiero aclarar que los perros saben qué son las cosas aunque no saben que lo saben, les falta ese pensamiento reflejo que nos diferencia a las personas del resto de animales, pero tienen consciencia); un perro es un ser vivo al que se le debe respeto. No voy a poner a los animales por delante de las personas puesto que eso lo tengo muy claro (una persona siempre antes que las mascotas), pero eso no significa que no se les deba cuidar. Al contrario, estamos obligados a cuidar de los animales.

El perro es un ser gregario. Llevan tanto tiempo dependiendo de nosotros que difícilmente podrían sobrevivir solos. El perro es un ser que necesita de nuestro cariño, de nuestros cuidados. Pero las personas (al menos las que creemos que un perro es una compañía inigualable) también necesitamos de sus saludos, de sus besos, de su compañía, de esa forma de vivir siendo fiel hasta las últimas consecuencias. El vínculo que se genera con los perros no tiene nada que envidiar a cualquier otro que se establezca con personas.

Gaia, mi perra, me saluda siempre como si no me viera desde años atrás; me acompaña si leo, si escribo, si escucho música; quiere siempre pasear por el parque si le invito a hacerlo; es leal y fiel, especialmente cariñosa; obediente y paciente. Es una excelente compañera de viaje; nunca creí que fuera a tener una animal tan precioso, en todos los sentidos, a mi lado. Ya les digo que he tenido un buen número de mascotas. Todas han sido maravillosas aunque esta perra, Gaia, me tiene fascinado.

Es casi imposible decir la lealtad, el cariño sin condiciones o el amor. Es casi imposible explicar lo que me une a mi perra. Tan solo lo he intentado y creo que no he sido capaz de hacerlo’.

G. Ramírez

Comentarios

  1. Comparto el 99% de tus pensamientos, gracias por cuidar a si de una de nuestras pequeñas. Un abrazo Gabriel y Gaia

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